MURO
Hay cosas encerradas dentro de los muros que, si salieran de repente a la calle y gritaran, llenarían el mundo (Federico García Lorca)
Muro: Pared gruesa que soporta el peso de un edificio o limita verticalmente su interior. (Definición del Institut d’Estudis Catalans)
Un muro sirve también para aislar espacios, para impedir el paso, para incomunicar, para proteger o aislar cosas o personas. Su proliferación traza recorridos seguros, fijos, estables, permitidos… pero castra otros, impidiendo o limitando la libre circulación, acotando los ámbitos con la consecuente desaparición de la libertad para transitar por cualquier espacio ya sea físico o mental.
Los muros nos hablan de silencios, de gritos ahogados, de bellezas escondidas, de tesoros ocultos, de ámbitos prohibidos, de palabras silenciadas, de ideas incomunicadas… de cualquier cosa o pensamiento que no le está permitido mostrarse y que queda relegado/da a la ignorancia.
Por eso el muro es utilizado como elemento inexpugnable que oculta y no permite ver o acceder a las cosas que esconde. Lo que comporta este aislamiento es una pérdida de libertad, ya sea intelectual o material, de las personas que no se les permite transitar de un lado a otro del muro. Es un límite que coarta la libertad de lo que está encerrado dentro de su voluntad y de lo que está fuera por la imposibilidad de acceder.
En este caso, utilizo el concepto que nos proporciona un muro físico como metáfora de la privación de libertad. Se trata de una imagen de 8 m de largo por 1,20 de altura. Está compuesta por un total de 240 fotografías de fragmentos de muros hallados en diferentes lugares que configuran un todo.
Este proyecto empezó en verano de 2016 alargándose en el tiempo hasta la primavera de 2022. Durante este tiempo he ido buscando porciones de muros que por un motivo u otro me han llamado la atención. A veces las formas aleatorias formadas por el tiempo o estructuras fijadas por las ideas de los arquitectos y decoradores o los colores o texturas o cualquier mezcla de estos elementos, me seducen y las capto. Los lugares donde están tomadas las fotografías son muchos, para poner una acotación diremos que hay fotos tomadas desde Perú hasta Austria.
Como toda mi obra, este trabajo parte de una vivencia en primera persona. Amante de la libertad que soy en cualquiera de sus formas, siempre que he tenido la oportunidad me he revelado contra todo tipo de represión: sean absurdas convenciones sociales, represiones religiosas, abusos de cualquier tipo o todo tipo de injusticia. La lucha por conseguir un hito siempre exige un esfuerzo de todo un colectivo. Por eso la instalación que planteo requiere la complicidad del público que la visita.
Esta propuesta involucra al espectador a realizar una instalación viva invitando a los asistentes a rebelarse contra el MURO, que en este caso simboliza la incomunicación no querida. Se plantea derribarlo de forma que cada visitante pueda tomar una fotografía del mural para llevársela. Con este gesto de llevarse una foto sacándola del MURO ayudará de forma simbólica a derribarlo y vencer la represión que simboliza.
A lo largo del proceso de derribo el MURO va sufriendo diferentes cambios de forma. Después de cada sustracción de una imagen la forma del MURO cambia transformándose en una forma nueva generando de esta forma infinidad de MUROS nuevos. Las posibilidades de que el MURO cambie de diferentes formas, dependiendo de qué fotografía escogiera cada persona para llevársela y en qué orden, son realmente sorprendentes. Si debemos hacer caso a científicos acostumbrados en el cálculo de probabilidades hay exactamente 4,0678853636470581204935759214869 x 10468 de MUROS posibles. Para hacerlo algo comprensible el científico consultado explica que trillones de trillones resulta una cifra mucho más pequeña (1 x 1036) que ésta. La cifra obtenida es, aproximadamente, 400 órdenes de magnitud mayor que un trillón de trillones.